Un swik se basa en Condiciones Generales de Venta y Uso claras, que son aceptadas por tus clientes al realizar el depósito. Por lo tanto, tiene un valor contractual.
Según su uso, un swik puede representar:
Una fianza: tu cliente autoriza un cargo en caso de daños, no devolución o incumplimiento
Un anticipo o señal: tu cliente se compromete a pagar el importe acordado en caso de cancelación o no presentación
Cada swik constituye una prueba de compromiso que puedes hacer valer en caso de litigio.